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Cada vez hay más personas manifiestamente en contra de los castigos, pero ¿en contra de los elogios? ¿No son los elogios algo positivo?

Es muy difícil evitar el "muy bien" o el "qué bonito", es una coletilla que cuesta abandonar, sobretodo si no se tiene realmente integrado el porqué de dejar de hacer algo que nuestros padres y profesores hicieron con nosotros. Elogiar se vive como un refuerzo positivo, y aquello que es positivo es bueno ¿lo es?

Os paso un artículo aparecido en Cambiemos el MUNDO, cambiemos la Educación que espero os de motivos de peso para intentar cambiar esta tendencia. Además nos ofrece tres pautas claras y prácticas para intentar encontrar nuestras propias alternativas a las coletillas del "Bienismo" que tan recurrentes son y tanto nos cuesta abandonar. Yo añadiría una cuarta y muy importante: Date unos segundos antes de contestar y mira a tu hijo... ¿Qué es realmente lo que te está pidiendo o lo que necesita?

Aquí tenéis el artículo!


"Cuando nuestro pequeño/a realiza una proeza o habilidad social, como, por ejemplo, ponerse los zapatos solo, de inmediato le alabamos por su logro. ¡Bravo! nuestro hijo realiza una proeza o logro y nosotros lo elogiamos. Este reconocimiento a menudo sale de nuestras bocas sin pensar (o lo omitimos de la misma forma).
El niño ha comprobado la relación de acción=elogio, repite la hazaña simplemente por el hecho de ser elogiado de nuevo.

Aquí está el asunto de este artículo: la investigación es bastante clara, la alabanza motiva a los niños … para recibir más elogios. Y cuando la alabanza etiqueta a un niño (por ejemplo, “eres muy listo/a”), es fácil que el niño se centre en mantener esta percepción en lugar de centrarse en el aprendizaje. De hecho, el hecho de no parecer torpes puede hacer que dejen de hacer preguntas o minimicen su participación por miedo a equivocarse.
En resumen, si intentas reforzar la conducta de un niño diciéndole que es muy listo, puedes hacer que deje de manifestar conductas inteligentes.

Entonces, ¿Cómo debemos alabar a nuestros hijos para ayudarles construir un marco efectivo de motivación? Las siguientes tres estrategias pueden ser una buena respuesta para esta pregunta:

1.-Alaba el proceso, no la persona:
(...)
En lugar de hacer una alabanza a la persona (por ejemplo, “eres creativo”), haz una alabanza al proceso:

Alaba la estrategia (por ejemplo, ” encontraste una muy buena manera de hacerlo”)
Elogia con especificidad (por ejemplo, ” parece que entiendes realmente las fracciones”)
Alabanza del esfuerzo (por ejemplo, ” puedo decir que has estado practicando”)

2.-Debes ser realista: no digas “¡Buen trabajo!” cuando no lo es:
(...) Sé sincero. Uno de los mayores errores que podemos cometer como padres, es asumir que los niños no son lo suficientemente espabilados para detectar las intenciones que se esconden detrás de nuestra alabanza. Se podría pensar que estás fomentando a un niño elogiando los malos resultados, pero resulta que los niños pueden percibir una alabanza no auténtica como una señal de fracaso. Ofrece una alabanza auténtica por los logros reales.

3.-Deja de alabar por completo (“¿En serio? Sí, por cierto”):
(...) Los niños desarrollan tolerancia a la alabanza; requieren dosis cada vez mayores. Y, tan pronto como los padres y los maestros quitan la alabanza, los niños pueden perder interés en su actividad.

Una vez que se retira la atención, muchos niños dejan de practicar aquella tarea que había sido reforzada con el reconocimiento explícito. En pocas palabras, el gusto por realizar la propia conducta o por sus consecuencias intrínsecas desaparece y su aparición queda condicionada a la esperanza de refuerzo. Cuando ésta desaparece, también desaparece la conducta.

Así, si vamos a ser un poco más parcos en alabanzas, ¿Qué debemos hacer en su lugar?

Prueba esto:
En lugar de alabar, trata de observar y comentar. Por ejemplo “¡Has terminado de pintar la imagen!”. Tales comentarios reconocen el esfuerzo y alentar a los niños a sentirse orgullosos de sus logros. Si tu niño/a hace un dibujo, da su opinión, etc., no hagas juicio sobre lo que observa: “¡Esas nubes son muy grandes!” o “¿Seguro que vas a utilizar una gran cantidad de azul?”
Queremos que nuestros hijos se sientan alentados y motivados. Debemos reconocer sus triunfos porque estamos realmente orgullosos de ellos. El cambio de hábitos toma un poco de esfuerzo, pero comienza por seguir a diciendo “buen trabajo” a tus hijos, y a tratar de mezclarlo con algunas otras formas de alabanza".
http://lamenteesmaravillosa.com/las-3-mejores-maneras-de-elogiar-los-ninos-para-que-sigan-creciendo/

Si quieres leer más información sobre este tema, este enlace te puede ayudar: http://crianzapositiva.org/2009/10/consecuencia-del-elogio-en-nuestros-hijos-e-hijas/

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